El Guardián ha muerto. Pero el mal se niega a desaparecer e intenta resurgir con fuerza en el lugar más insospechado. Los legionarios de Varo están atrapados en un mundo hostil que no es el suyo porque Alaya prometió no volver a usar la magia jamás.

Tiberio ahora es el emperador y su hijo adoptivo Germánico sospecha que ha montado una farsa para ocultar el auténtico destino de Varo y sus legiones. ¿Podrá cumplir su promesa de encontrar las águilas de las legiones perdidas?